PRÁCTICA 3: RENOVACIÓN CONSTANTE.......

¿Quién se ha llevado mi queso? Es una manera sorprendente de afrontar el cambio en el trabajo y en la vida privada.  Este interesante libro escrito por Spencer Johnson aporta datos sobre estas situaciones y cuatro reacciones distintas al dicho cambio.

Es importante estar preparado para cualquier cambio que nos pueda surgir en la vida e intentar preverlos para que no nos cojan desprevenidos.  Saber adaptarse a una nueva situación, no tener miedo a los cambios ni ser indecisos, y apartar pensamientos negativos como en las que piensas que no te va a gustar o de negarse a probar el nuevo reto, son las claves para una supervivencia en el mundo laboral.  Muchas veces si no cambiamos, extinguimos.   Avanzar en una dirección nueva ayuda a encontrar nuevas ideas u oportunidades.  Además como podemos observar en este peculiar libro, es más seguro buscar en un laberinto que quedarse con los brazos cruzados.  También se dice que los pequeños cambios ayudan a adaptarse a los grandes cambios que están por llegar.

Muchos empresarios se han quejado de que el espíritu entre los jóvenes hoy en día está placado de exigencias, como vacacionales, flexibilidad horaria, cercanía de casa.  Pero no se puede comparar a los jóvenes de ahora con los de antes.  Habrá que mirar los cambios que ha sufrido la sociedad.  Lo que realmente quieren los jóvenes ahora es mejor vida que lo que han tenido sus hermanos.  No quieren que el trabajo sea el centro de su vida.  Quieren un trabajo para vivir, no una vida para trabajar.  Quieren que sean medidos por sus objetivos y no por sus horas de trabajo.

El mercado laboral está compuesto por ofertas y demandas de recursos humanos, tanto si son ofertas de trabajo ofertadas por la empresa, bajo unas características especificas; como si son demandas de unas personas que ofertan sus habilidades  de trabajo. Una mayor demanda de recursos humanos implica más facilidad de encontrar trabajo, menor exigencias y más sueldo. Pero ¿Cómo buscar trabajo? Sólo 2% de los puestos de trabajo salen en los anuncios de prensa.  Pero ahora tampoco es el mejor momento, ya que nos enfrentamos a una gran crisis económica y laboral, no sólo en España sino también en el resto del mundo, y a consecuencia de esto el mercado laboral ha sufrido un fuerte golpe y muchos han perdido el trabajo.

En un artículo que leí, una niña recalcaba la importancia en lo que sus padres le habían insistido sobre los estudios; precisamente para que no le pasara lo que les pasó a ellos.   Esa niña, hoy en día, no sólo tiene una licenciatura, sino también un máster, multitud de cursos y demasiadas becas en importantes empresas; pero está PARADA.

Ahora más que nunca salta a la luz la importancia vital de tener algo más que una simple preparación y formación académica.  Es muy importante tener una actitud receptiva y proactiva que permita desarrollarse en el ámbito laboral, además de tener predisposición y ganas de trabajar.  Es muy importante  ser capaz de estimular la creatividad y la innovación constantemente; porque eso es la clave para sobrevivir a nuestro mundo laboral.

Los licenciados de Publicidad y Relaciones Públicas tienen una formación especializada en el ámbito de la comunicación, especialmente en la creación, diseño y producción de la comunicación publicitaria, así como en las estrategias y aplicaciones de las relaciones públicas.  Dentro de ese  último está entre otras, la creación y proyección de la imagen de una empresa o institución, además de su relación con el entorno y la creación de una opinión pública favorable.  Por lo tanto son aspectos muy importantes para cualquier institución, y debería ser fácil encontrar trabajo; aunque hoy en día NO PARECE SER TAN FÁCIL.

Bueno, un buen trabajador, y en especial un buen trabajador del mundo de la comunicación tiene que poseer cualidades como: responsabilidad, iniciativa, capacidad de reciclarse, coraje, motivación, flexibilidad, racionalización, independencia al igual que  capacidad de trabajar en equipo,  originalidad, capacidad de analítica y de pensar por sí mismo, pero sobre todo, capacidad de adaptarse a las nuevas circunstancias.